COLECCIÓN SER
AMADA.
Ser amada. Esta es una de las formas como nos reconocemos en Nunayú. Soy amada por mi familia, mis amigas y amigos, por mi pareja, por Dios, por mi misma. Soy amada como soy, soy amada aunque cambien las cosas, soy amada por ser. Ser amada, y reconocer que soy digna de ser amada.
ESPUMA
La espuma del mar es momentánea, aparece y desaparece, pero siempre vuelve. La espuma se forma por el choque del mar con la tierra, la espuma cubre y descubre la arena, la habita siempre, sin importar cómo la encuentre. Es resultado de un contacto, de la relación del mar, la tierra y el aire. La espuma es una belleza efímera que desaparece, nace, crece y se desvanece, pero siempre vuelve para redescubrir.
TALUD
El talud une. Talud es la vertiente empinada que une la superficie con lo profundo. Es la conexión, a veces abrupta entre dos partes del ser. Es lo que nos conecta con nuestro ser más íntimo.
LIMO
-Lodo, cieno-
El limo viaja en ríos, lluvias y vientos. Queda sobre la tierra después de una inundación, como un lecho fértil para la vida. El limo es la tierra entre arena y arcilla. Es la propuesta y la promesa de nueva vida, tras el desastre. Es el suelo que se habita, es un suelo para ser crecer y florecer.
ASTRO
Entre todos los astros que existen están los meteoros o estrellas fugaces — no son más que pequeñas piedras, polvo o hielo, pero sus partículas arden al entrar a nuestra atmósfera, iluminando el cielo. A pesar de su tamaño y de qué al quemarse desaparecen, en su ser efímero podemos ver a los astros brillar ante nuestros ojos. La belleza de su caída, corta — fugaz — en el llover de su luz, es casi inefable.
ESTAR
A diferencia de ser, estar no siempre es igual. Nuestro estar cambia, pero no cambia nuestro valor. La jacaranda, por ejemplo es y cambia, casi siempre la reconocemos por sus flores, pero aún cuando no tiene flores, sigue siendo una Jacaranda. Porque la jacaranda es pero las flores están.
Igual que la jacaranda siempre somos y siempre estamos, pero nuestro estar no siempre es igual.
MUTUO
Mutuo es reciprocidad, es dar y recibir, es correspondencia. Para ser mutuo no se puede ser solo. En lo mutuo el ser se vuelve algo compartido, una acción que dos realizan. En lo mutuo das parte de tu ser al otro y recibes parte del otro en tu ser.
CIELO - MAR
El horizonte es el lugar donde el cielo y el mar se tocan. Donde se vuelven cielo- mar.
Cielo-mar es una conjunción de dos espacios que se vuelven uno. Aunque el agua y el cielo nunca se toquen, siempre están juntos en el cielo-mar. Es un espacio nuevo que se ve, que existe, que es a pesar de no ser.
Cielo-mar representa la belleza de los espacios donde partes de nuestro ser se tocan, esos horizontes que parecen no tener sentido, pero que tienen, y que existen dentro nuestro.
MAREA
La marea sube y baja y baja y sube, y no hace nada más. No importa como esté la playa, el agua, o la arena, la marea baila solo con la luna. Cada ola, cada marea, es una. La marea nos invita a bailar, a solo existir, a solo subir y bajar y bajar y subir. Existimos y ya, y eso es suficiente.
ORBE
Todo cuerpo tiene una órbita. Todo ser tiene su órbita, su camino constante. Cada orbe — cada mundo — camina constante, juega y corre, por la órbita de su ser. Está pieza también representa eso, es una órbita alrededor de ti.
CALMA
Cada perla es diferente, es imperfecta, es caos. Pero juntas crean algo armónico, algo distinto, en calma. Calma es encontrar los respiros en el caos, es la armonía en lo imperfecto. Es encontrar tu lugar al ser tu, es pertenecer en tu ser, y pertenecer siendo
BRIZNA
Brizna es algo chiquitito, un algo diminuto. Estos aretes están hechos de las perlas más diminutas que encontramos; es una pieza en la que a partir de estas briznas de perla creamos una cosa nueva, fina y bella. Nuestro ser también es así, una serie de cosas finas — pequeños gustos, ideas y sustos — que nos hacen lo que somos.
LUMINAR
Astro que brilla con luz propia.
Brillar es algo natural para los astros, es lo que son. Nosotras no brillamos de la misma forma, pero tenemos algo parecido a esa luz propia del luminar. Algo que nos hace quienes somos. Tenemos también una luz propia en nuestro ser.